Una abuela le cuenta una historia a su nieta. Había una vez una bruja que se llamaba la Befana a la que invitaron a una fiesta a la que solo debía llevar un par de medias. También había una niña, Ana, que era muy buena estudiante. La Befana, infortunadamente, no sabía hacer hechizos para crear medias de lana. ¿Imaginen a quién acudirá? Un relato hermoso en homenaje al Día de Reyes.