La familia Restrepo, en medio de estrecheces económicas, vive en un pueblo minero. Allí el padre trabaja arriesgando a diario su vida. Su mujer, Ana, y sus hijos, Otoniel y Abril, lo adoran. La explosión de la mina derrumba a esta familia que debe enfrentar el horror de una semana para saber si el padre está vivo o ha muerto. Una poderosa lección de amor y dignidad encierra este libro.