Esta es una historia que, a través de un lenguaje sutil y unas potentes imágenes, explora el dolor de la pérdida. Así, entre las nubes, los cerros y su blancura, se irán marchando primero el padre del protagonista, luego su mascota y finalmente su hermano. Las imágenes que estas partidas van dejando conforman un relato en el que no sobra nada; un relato donde cada frase y cada ilustración acompañan al lector sin recurrir al drama.