Cada palabra cuenta en este relato poético que tiende un puente entre dos realidades aparentemente opuestas. Es tan posible el odio como el amor en nuestro intento por conocer aquello a lo que estamos unidos en esencia. La clave parece estar en los hilos que nos atan, que definen la distancia posible y son, al mismo tiempo, el canal que cruzamos cuando estamos de regreso.