Miroslav, Alexa, Temis, Tony y Carito son cinco amigos de la infancia. Un día, el papá de Alexa les cuenta que hay un tesoro enterrado bajo el monumento de Simón Bolívar. Esta idea les hace pensar no solo en los tesoros enterrados sino en las “cápsulas del tiempo”, es decir, en objetos que quedaron sepultados o sumergidos y que después de cientos de años fueron encontrados. Los chicos deciden hacer su propia cápsula del tiempo, una especie de cofre de tesoro en donde cada uno decide guardar un objeto simbólico e importante que hable de su presente. Miroslav tiene un sueño repetitivo en el que escucha el llanto de una niña que se calma cuando él toca la guitarra y ve una luz radiante sobre un lugar específico de la antigua casa familiar. Todos estos son indicios que los llevan a un sorpresivo descubrimiento. En un tono ligero, la historia atrapa al lector a lo largo de la trama al resaltar sucesos del pasado interesantes para el universo infantil: tesoros escondidos, ciudades enterradas, barcos fantasmas.