Cada uno de los seres de la creación expuestos en esta obra tiene algo que enseñarnos y, quizá, la mejor enseñanza de todas sea que en realidad ellos no son tan diferentes al ser humano. La sabiduría animal es infinita y sus pensamientos y actos son motivo de reflexión acerca de nuestro proceder como representantes de la especie más evolucionada en el planeta Tierra.