Nicolasa Lagartija narra la relación entre un hombre y una lagartija, que él encuentra en el jardín de su casa. Desde su escondite, Nicolasa lo mira como una sirena sin lágrimas, de tanto ver los árboles que caen en las vertientes de un río que cruza por la Sierra Nevada. Un día la encuentra muerta y la entierra debajo de una mata de jazmín. Esta es una bella metáfora del amor que siente Rafael Escalona por la naturaleza de su tierra.