La historia se narra en un pueblo ruso, Esmetana, pueblo completamente feliz, pero en el que un día todo cambió. La felicidad retrocedía como la neblina en una mañana de sol. Un día Piotro y Poliana quisieron averiguar el misterio. Todo demostraba que el canto de los gallos era una melodía que daba felicidad a los habitantes del pueblo. Un día llegaron forasteros con relojes mecánicos y muchas otras cosas que transformaron la cotidianidad, el carácter, la alegría y las costumbres de los habitantes de Esmetana.