Este cuento, gracioso y realista, narra la historia de un pequeño niño que quiso aprender a montar caballo y que tras muchos intentos fue mejorando. Cuando un padre propuso que sus hijos deberían aprender a montar a caballo, el más pequeño sintió muchas ganas de hacerlo, pero su padre no acepto, pues no tenía la edad suficiente. Tras muchas suplicas, logra convencer a su padre para que lo deje ir con sus hermanos al hipódromo a practicar, lo que no sabía es que para aprender tendría que caerse muchas veces.